La Reforma Protestante

La Reforma Protestante fue un movimiento religioso liderado por figuras como Martin Lutero y Juan Calvino, que tuvo lugar en Europa durante el siglo XVI. Su objetivo era reformar la Iglesia Católica, que en ese momento era la institución religiosa dominante en Europa, y se centró en la idea de que la salvación se logra por medio de la fe y la autoridad de la Biblia. La Reforma Protestante también llevó a la creación de nuevas denominaciones cristianas y a una mayor educación y alfabetización entre los laicos.


Trasfondo histórico de la iglesia del primer siglo

La Iglesia del primer siglo se desarrolló en un contexto histórico particular, marcado por la dominación del Imperio Romano sobre gran parte del mundo conocido. Durante este tiempo, el cristianismo comenzó a difundirse como una nueva religión, principalmente en el Medio Oriente y el Mediterráneo oriental.

Juan el Apóstol, también conocido como Juan el Evangelista, fue uno de los discípulos más cercanos de Jesús y fue el autor de varios libros del Nuevo Testamento, incluyendo el Evangelio de Juan, las Epístolas de Juan y el Apocalipsis. Durante el primer siglo, Juan fue una figura importante en la iglesia primitiva, liderando comunidades cristianas y escribiendo cartas para animar y enseñar a los creyentes.

Sin embargo, la iglesia primitiva también enfrentó numerosas dificultades en este período, incluyendo la persecución por parte de las autoridades romanas y la resistencia de los judíos y otros grupos religiosos a la propagación del cristianismo. A pesar de estas adversidades, la iglesia primitiva logró crecer y desarrollarse, estableciendo una base sólida para la expansión posterior del cristianismo en todo el mundo.

Juan fue el último apóstol en morir (101 d.C.) Algunos padres de la iglesia del Siglo II y III fueron:

  • Ignacio (discípulo de Juan)
  • Policarpo (discípulo de Juan)
  • Ireneo
  • Clemente
  • Tertuliano
  • Orígenes
  • Demetrio

Conversión de Constantino I (Año 313 D.C.)

En Siglo IV, Constantino I, emperador romano se “convierte” al cristianismo, lo cual tuvo importantes consecuencias para la Iglesia y para la religión en general. Una de las principales consecuencias fue que el cristianismo dejó de ser una religión perseguida y se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano. Esto llevó a una mayor influencia de la Iglesia en la política y en la sociedad en general, así como a un aumento en el número de conversos al cristianismo.

IMPERIO ROMANO
PERSEGUIDOR           PROTECTOR
OPRESOR                   PATROCINADOR

Sin embargo, también hubo consecuencias negativas para la Iglesia. La Iglesia comenzó a tener que lidiar con el poder y la corrupción, y muchos líderes religiosos se involucraron en la política y en los asuntos mundanos. Además, algunos elementos paganos y rituales se incorporaron en la práctica del cristianismo, en un intento de atraer a los seguidores de la religión pagana al cristianismo.

CRISTIANISMO     PAGANISMO

Esto llevó a un sincretismo religioso que tuvo consecuencias a largo plazo en la práctica del cristianismo y en la relación de la Iglesia con la sociedad en general. Entre ella encontramos practicas paganas que se mezclaron entre el cristianismo tales como:

  1. Adoración a la madre-diosa Isis
  2. El mitraísmo
  3. El henoteísmo
  4. Instauración del papado

La iglesia en la edad media

(Caída del Imperio Romano, 476 – Descubrimiento de América, 1492)

La Iglesia en la Edad Media fue una institución muy poderosa ya que fue una época profundamente religiosa. Por eso, la Iglesia católica tuvo mucha influencia sobre la sociedad y aunque existían otros credos, en el siglo XI Europa era en gran parte cristiana. Más allá de las fronteras que separaban los reinos europeos nació un nuevo concepto de unión: la cristiandad.

A pesar de estos logros, la cristiandad se vio profundamente afectada cuando el año 1054, los obispos bizantinos negaron la autoridad del Papa provocando el llamado cisma de Oriente. Desde entonces, el mundo cristiano europeo se dividió en dos: Oriente optó por la Iglesia griega ortodoxa, mientras que Occidente se mantuvo fiel a la Iglesia católica romana. En Occidente, la Iglesia se vinculó estrechamente a la sociedad feudal; la misma Iglesia era un gran poder feudal, pues poseía la tercera parte de la propiedad territorial del mundo católico y entre otras cosas, tenía derecho al diezmo, que era le décima parte de las cosechas de toda la gente. Además, muchos miembros de la nobleza llegaron a ser obispos. Ellos recibían su diócesis como concesiones de los reyes o de otros nobles y al igual que cualquier otro señor feudal, disponían de feudos y de numerosos vasallos. Como consecuencia de esto, la Iglesia se secularizó y sus costumbres se relajaron.

Con las reformas eclesiásticas, la Iglesia católica alcanzó un poder supremo en el siglo XII. Su triunfo se debió también a la ola de fervor cristiano que envolvió a las clases más humildes. La fe se fundaba en la esperanza de una vida mejor. La veneración a la Virgen, a los santos y a las reliquias que, según se creía, podían obrar milagros, se difundió por toda la cristiandad. Por otro lado, la Iglesia orientaba a sus feligreses, evitando que cayeran en “herejías o falsas creencias”. Para conseguirlo contaba con dos poderosas armas: la excomunión y la Inquisición. A través de la excomunión se expulsaba de la Iglesia a todo aquel que no obedecía sus ordenes. El excomulgado no podía recibir sacramentos, y quedaba fuera de la ley divina. La excomunión fue el peor castigo de la Edad Media.

Por otro lado, en el siglo XII se fundó la Inquisición: un tribunal eclesiástico que investigaba a la gente de “fe dudosa”. Para lograr información los inquisidores torturaban a los acusados. Los castigos variaban según el pecado: desde pasear a lomo de un burro con una soga en el cuello y un gorro puntiagudo llamado sambenito hasta ser quemado en la hoguera.


Martín Lutero

En el siglo XVI, la Iglesia Católica era la institución religiosa predominante en Europa, con una gran influencia política, cultural y económica. La Iglesia estaba gobernada por el Papa en Roma y tenía una estructura jerárquica compleja, con obispos, sacerdotes y monjes en toda Europa. Sin embargo, la Iglesia también se enfrentaba a críticas y controversias, ya que algunos creían que estaba corrompida y alejada de los verdaderos enseñanzas de Cristo. Entre ellos, Martín Lutero, un fraile agustino, teólogo y reformador alemán.
En 1517, Lutero publicó sus famosas 95 tesis, en las que criticaba la venta de indulgencias por parte de la Iglesia Católica y cuestionaba su autoridad. Esto desató una gran controversia y llevó a Lutero a ser excomulgado por la Iglesia. Sin embargo, Lutero continuó predicando y enseñando, promoviendo una nueva forma de entender la fe cristiana basada en la Biblia y la gracia divina. Lutero fue el líder de la Reforma Protestante y sus ideas tuvieron un gran impacto en la historia religiosa y política de Europa.

 

Biografía breve de Lutero antes de la reforma protestante:

• Nació el 10 de noviembre de 1483 en Eisleben, Electorado de Sajonia, Sacro Imperio
Romano Germánico
• Proveniente de una familia minera
• A los 18 años ingresó a la Universidad de Erfurt; cuatro años más tarde completó su
maestría y comenzó a estudiar Derecho, que era el deseo de su padre
• En julio de 1505 quedó atrapado en una tormenta eléctrica y fue alcanzado por un
rayo. Invocó a Santa Ana, patrona de los mineros, y prometió hacerse monje
• Abandonó su carrera e ingresó al Monasterio Agustiniano de Erfurt sólo semanas
después de la experiencia de la tormenta
• Comenzó a estudiar Teología en la Universidad de Wittenberg, en donde se doctoró
en 1512

Su vida como monje

Impulsado por la búsqueda de un Dios misericordioso y por el miedo a perderse la vida después de la muerte, Lutero vio la oportunidad de experimentar una vida plena dentro de los muros del monasterio. Desde el principio, el joven monje se mostró como un discípulo visiblemente obediente. Ayunaba y rezaba durante seis horas al día; meditaba y reflexionaba. Más tarde, Lutero escribiría lo siguiente acerca de su vida en el claustro: «Si alguien consiguió entrar en el cielo siendo monje, yo también quería lograrlo”. Cuando aún no llevaba dos años en el monasterio, Lutero se convirtió en sacerdote. Era el año 1507 y la enseñanza teológica estaba en el centro de sus estudios.

Primera experiencia con la venta de indulgencias

En 1510, Lutero fue enviado a Roma en una misión de la orden de los Agustinos. Este viaje acabaría siendo fundamental en su vida. En aquel momento la Curia pasaba por dificultades financieras provocadas por la costosa construcción de la Basílica de San Pedro. Para conseguir dinero, los líderes eclesiásticos introdujeron la venta de indulgencias. El perdón de los pecados se podría lograr de dos formas: o bien obrando de forma correcta, o bien pagando a la Iglesia. El precio del perdón se fijaba de acuerdo a los ingresos, e incluso los que habían muerto podían ser rescatados de las llamas del infierno si sus parientes pagaban unas pocas monedas.

La búsqueda de la aceptación de Dios

En 1512, Lutero obtuvo su doctorado en teología y se convirtió en profesor de la Universidad de Wittenberg. En aquella época ya era muy respetado por sus colegas y superiores. A pesar de ello, se seguía preguntando qué hacer para lograr la aceptación de Dios. Ningún ritual o norma de la Iglesia fue capaz de contestar a esa cuestión. Continuó leyendo fervientemente la Biblia y se sintió especialmente atraído por la carta del apóstol Pablo a la joven iglesia romana, en la que justificaba la sangre de Jesucristo. El teólogo entendió gradualmente lo que acabaría siendo el núcleo de la Reforma: Dios no es sólo un juez justo, sino también un padre que ama a las personas que él mismo creó y que envió a su hijo a vencer al pecado, que es lo separa a los hombres de Dios.

Leyendo la Biblia, Lutero descubrió que cualquiera que crea en Dios y su hijo Jesucristo recibe el don gratuito de la justificación ante el Todopoderoso. El monje por fin había encontrado la respuesta a su pregunta. La salvación se alcanza por gracia divina y solo a través de la fe.

 

Siendo ya profesor comenzó a criticar la situación en la que se encontraba la Iglesia católica; Lutero protestaba por la frivolidad en la que vivía gran parte del clero (especialmente las altas jerarquías, como había podido contemplar durante una visita a Roma en 1510) y denunció también que las bulas eclesiásticas (documentos que teóricamente concedían indulgencias a los creyentes por los pecados cometidos) fueran objeto de un tráfico puramente mercantil.

En aquella época, cualquier persona podía comprar una indulgencia,​ ya fuera para sí misma o para sus parientes muertos que permanecían en el purgatorio. El fraile domínico Johann Tetzel había sido reclutado para viajar por los territorios episcopales de Alberto de Brandeburgo vendiendo indulgencias. Con el dinero obtenido por dicho medio, se esperaba financiar la edificación de la Basílica de San Pedro en Roma, Italia, y comprar un obispado para Alberto de Hohenzollern.

Lutero vio este tráfico de indulgencias no solo como un abuso de poder, sino como una mentira, que, no teniendo base en las Escrituras, podría confundir a la gente y llevarla a confiar solamente en la mentira de las indulgencias, dejando de lado el sacramento de la confesión y el arrepentimiento verdadero. Lutero predicó tres sermones contra las indulgencias en 1516 y 1517. Una noche leyó un pasaje de la carta a los Romanos: (1:16-17), el cual sería determinante en la próxima decisión de Lutero:

 

  • “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”


Las 95 Tesis De Lutero

Catedral de Wittenberg, 31 de octubre de 1517

Lutero clavó sus 95 tesis en la puerta de la Iglesia del Castillo en Wittenberg. Todos los que irían a la iglesia al día siguiente, el Día de los Santos según el calendario, verían esas tesis clavadas. Era normal clavar avisos en las puertas de la iglesia, pero aquel martillo cambiaría la historia.

Las tesis estaban en latín, la lengua de los estudiosos. Lutero quería un debate académico y no una revuelta pública. En sus tesis argumentó que el arrepentimiento requerido por Dios para el perdón de los pecados involucraba una actitud interna en la persona, y no consistía solo en un acto exterior sacramental.

La traducción del texto original comienza así:

  • «Por amor a la verdad y en el afán de sacarla a luz, se discutirán en Wittenberg las siguientes proposiciones bajo la presidencia del R. P. Martín Lutero, Maestro en Artes y en Sagrada Escritura y Profesor Ordinario de esta última disciplina en esa localidad. Por tal razón, ruega que los que no puedan estar presentes y debatir oralmente con nosotros, lo hagan, aunque ausentes, por escrito. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén»

 

El papel fundamental de la imprenta

Las noventa y cinco tesis de Martín Lutero​ fueron traducidas rápidamente al alemán y ampliamente copiadas e impresas. Al cabo de dos semanas se habían difundido por toda Alemania y pasados dos meses, por toda Europa. Este fue uno de los primeros casos de la historia en los que la imprenta tuvo un papel importante, pues facilitaba una distribución más sencilla y amplia de cualquier documento.

Después de minimizar a Lutero diciendo que era un “borracho alemán quien escribió las tesis» y afirmando que «cuando esté sobrio cambiará de parecer”,​ el papa León X ordenó en 1518 al profesor dominico de teología Silvestre Mazzolini que investigara el tema. Este denunció que Lutero se oponía de manera implícita a la autoridad del Sumo Pontífice, al mostrar desacuerdo con una de sus bulas, por lo que declaró a Lutero hereje y escribió una refutación académica de sus tesis. En ella mantenía la autoridad papal sobre la Iglesia y condenaba cada «desviación» como una apostasía. Lutero replicó de igual manera y se desarrolló una controversia.

La Iglesia hizo comparecer varias veces a Lutero para que se retractase de aquellas ideas (en 1518 y 1519); pero en cada controversia Lutero fue más allá y rechazó la autoridad del papa, de los concilios y de los “Padres de la Iglesia”, remitiéndose en su lugar a la Biblia y al uso de la razón. En 1520, Lutero completó el ciclo de su ruptura con Roma al desarrollar sus ideas en tres grandes “escritos reformistas”:

  •  Llamamiento a la nobleza cristiana de la nación alemana
  •  La cautividad babilónica de la Iglesia
  • Sobre la libertad cristiana

Los escritos de Lutero circulaban ampliamente por Francia, Inglaterra e Italia en 1519, y los estudiantes se dirigían a Wittenberg para escuchar a Lutero, quien publicaba ahora sus comentarios sobre la Epístola a los Gálatas y su Trabajo en los Salmos.

El papa advirtió a Martín Lutero el 15 de junio de 1520, con la bula Exsurge Domine, de que se arriesgaba a la excomunión, a menos que en un plazo de sesenta días repudiara 41 puntos de su doctrina seleccionados de sus escritos. En octubre de 1520 Lutero envió su escrito “En la Libertad de un Cristiano” al papa, añadiendo la significativa frase: «Yo no me someto a leyes al interpretar la palabra de Dios».​ El 12 de diciembre Lutero arrojó personalmente al fuego la bula, la cual tomaba efecto en un plazo de 120 días. El papa León X excomulgó a Lutero el 3 de enero de 1521 mediante la bula Decet Romanum Pontificem.


La Dieta de Worms

Esta fue una asamblea de los príncipes del Sacro Imperio Romano Germánico llevada a cabo en Worms (Alemania) del 28 de enero al 25 de mayo de 1521. Fue presidida por el recién nombrado emperador Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico.

El aspecto históricamente más relevante de la Dieta fue la comparecencia de Martín Lutero, quien fue convocado para que se retractara de sus famosas tesis. Del 16 al 18 de abril, Lutero habló delante de la asamblea, pero en vez de abjurar, defendió con energía su actitud protestante.

El año anterior, el papa León X había emitido la bula Exsurge Domine, exigiendo que Lutero se retractara de 41 de las 95 tesis en las que criticaba las prácticas y costumbres de la Iglesia católica.​ Posteriormente lo excomulgó el 3 de enero de 1521 mediante la bula Decet Romanum Pontificem.​ Lutero fue convocado por el emperador para que compareciera ante la Dieta Imperial. El príncipe Federico III, elector de Sajonia, obtuvo una concesión mediante la cual a Lutero le sería concedido un salvoconducto para acudir y regresar desde el lugar del encuentro. Tal garantía era esencial después del trato recibido por John Huss, quien fue procesado y ajusticiado en el Concilio de Constanza de 1415 a pesar de que poseía un salvoconducto; Lutero dijo que iría a Worms “aunque hubiese allí tantos demonios como tejas en los tejados”.

Lutero se presentó ante la Dieta el 16 de abril. Johann Eck, un asistente del arzobispo de Tréveris, presentó a Lutero una mesa llena de copias de sus escritos. Le preguntó a Lutero si los libros eran suyos y si todavía creía en lo que esas obras enseñaban. Lutero pidió un tiempo para pensar su respuesta, el cual le fue concedido. Lutero oró, consultó con sus amigos y mediadores y se presentó ante la Dieta al día siguiente. Cuando se trató el asunto en la Dieta, el consejero Eck le pidió a Lutero que respondiera explícitamente: «Lutero, ¿rechaza sus libros y los errores que en ellos se contiene?»

 

Oración de Lutero

  • “Omnipotente y eterno Dios, ¡Qué terrible es este mundo! ¡Cómo quiere abrir sus quijadas para devorarme! ¡Y qué débil es la confianza que pongo en Ti! Dios mío, protégeme en contra de la sabiduría mundanal. Lleva a cabo la obra, puesto que no es mía; sino tuya.
    No tengo nada que me traiga aquí, ni tengo controversia alguna con estos grandes de la tierra. Desearía pasar los días que me quedan de vida, tranquilo, feliz, y lleno de calma. Empero, la causa es tuya; es justa; es eterna. ¡Dios mío, ampárame, Tú eres fiel y no cambias nunca! No pongo mi confianza en ningún hombre. ¡DIOS MÍO, DIOS MÍO!, ¿NO ME OYES? ¿ESTÁS MUERTO? NO; NO ESTÁS MUERTO; mas te escondes. Dios mío, ¿Dónde estás? Ven, ven. Yo sé que me has escogido para esta obra. ¡Levántate, pues, y ayúdame! Por amor de Tu amado Hijo Jesucristo, que es mi defensor, mi escudo y mi fortaleza, ponte de mi lado. Estoy listo, dispuesto a ofrecer mi vida, tan obediente como un cordero, en testimonio de la verdad. Aun cuando el mundo estuviera lleno de diablos; aunque mi cuerpo fuera descoyuntado en el ‘potro’, despedazado y reducido a cenizas, mi alma es tuya: tu Sagrada Escritura me lo dice. Amén. ¡Dios mío, ampárame! Amén.»

 

La respuesta de Lutero

Al día siguiente, Lutero se presenta otra vez ante las autoridades y recibe nuevamente la pregunta: “¿rechaza sus libros y los errores que en ellos se contiene?“, a lo que él responde:

  • “A menos que sea convencido por el testimonio de las Escrituras o por razón clara (pues no confío en el papa o en concilio, ya que es bien conocido que se han equivocado y se han contradicho a sí mismos con frecuencia), las Escrituras que he citado me obligan a mantenerme firme en esta posición, pues mi conciencia está cautiva a la Palabra de Dios.
    No puedo y no voy a retractarme de nada, ya que no es seguro ni correcto ir en contra de la conciencia. No puedo hacerlo de ninguna otra manera; aquí permanezco, que Dios me ayude, amén”

 

Sentencia

El resultado de la Dieta: Lutero fue condenado a muerte. Le dieron 21 días para volver a Wittenberg y dejar su vida en orden, pero en el camino fue secuestrado por sus seguidores y escondido en el castillo de Wartburg. Aquel castillo, según Lutero, fue su “Patmos” en el periodo más difícil de su vida.

En aquel lugar, luchó contra su soledad, ocio, dudas, y temores, aferrándose a la Palabra de Dios y siendo prolífico en la escritura. Entre sus hazañas, produjo en once meses una traducción impresionante de la Biblia al alemán del pueblo, marcando un hito en la historia de la lengua de la nación.

Mientras tanto, la Reforma se expandía, con reyes y personas poderosas abrazándola. Y en Wittenberg, los seguidores de Lutero buscaban implementarla a través de la fuerza. Tiempo después, Lutero tomó la determinación valiente de salir de su exilio y volver a Wittenberg, donde eventualmente fue protegido por personas influyentes. Allí se propuso buscar la Reforma, pero a no a través de la fuerza, sino a través de la predicación de la Palabra

La Reforma Protestante alcanzó a gran parte de Europa en el siglo XVI, y posteriormente llegaría a Norteamérica, desde donde los siguientes siglos alcanzaría el mundo entero.


Algunos padres de la reforma

  • Martín Lutero
  • Ulrico Zwinglio
  • Juan Calvino
  • Hugh Latimer
  • Juan Rogers
  • Heinrich Bullinger

¿Cuál es el gran legado doctrinal de la reforma?

Los teólogos han resumido el legado de la Reforma Protestante en lo que se conoce como las “Cinco Solas”

  • Sola Scriptura – Sola Escritura
  • Sola Gratia – Sola Gracia
  • Sola Fide – Sola Fe
  • Solus Christus – Solo Cristo
  • Soli Deo Gloria – Sólo a Dios gloria

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